martes, 29 de marzo de 2011


Yo, que siempre me he considerado atea, esta noche he estado rezando para que volvieras, he rezado porque en ese mismo instante me llamases para decirme como tantas otras veces que no podías vivir sin mí...Le he rogado que me devuelva tus besos, tu olor inconfundible, los cosquilleos que sentía cuando tus manos me tocaban, tu risa tan rara y fea pero contagiadora a la vez. Le he rogado que me devuelva tu pecho para que pueda volver a acostarme sobre él, las tardes que hemos pasado juntos, el sonido de tu voz cantando mientras yo me vestía…Que me lo devuelva, que es mío. Al menos alguna vez lo fue.

No hay comentarios:

Publicar un comentario